domingo, 14 de diciembre de 2008

ADICTA AL TAXI



Pues sí. No fumo, no bebo, no gasto grandes cantidades de dinero en ropa ni complementos, pero soy adicta subirme en taxis.

El viernes, cogí 6 taxis, 6, mi record. En toda la semana, unos cuantos más. Cada subida y bajada al hospital suponía una nueva petición de taxi.

Muchas veces por las prisas, por agotar el tiempo en algo importante, por tener que ir corriendo a otro lado, por estar agotada termino llamando a Radiotaxi para que me ayuden en mis desplazamientos.

Por suerte, en la mayor parte de las ocasiones los taxistas son amables, discretos, el interior huele bien y el trayecto es agradable.

Sin embargo,en otras ocasiones ,tengo que aguantar a taxistas que vomitan insultos contra todo: contra los peatones, contra los políticos, contra la lluvia. Suelo hacerme la loca, pero cuando se dirigen a mi para unirme a su causa o para preguntarme mi opinión, suelo responderles que tengo demasiada prisa y no puedo concentrarme en algo tan banal. Aunque he de reconocer que en alguna ocasión no he podido aguantar su mala leche y con prudencia, les he pedido que se callen.

Un servicio público debe ser discreto, rápido, no confraternizar en exceso, no volcar las opiniones más personales e irascibles de cada uno.

Por eso agradezco la atención de los taxistas que me transportan de un lado a otro de Alcalá y de Madrid con profesionalidad.

1 comentario:

brezo dijo...

jacooooooooooooo cuanto tiempo¡¡¡ aqui la bajada de bandera esta cariiiiisima, yo apenas cojo taxis