miércoles, 21 de mayo de 2008

CON OJOS DE NIÑO


Es cierto que no pierdo ese instinto femenino de mirar escaparates y fijarme en esa blusa ideal , ese calzado acorde al bolso que ahora llevo, pero ser madre te hace tener un séptimo sentido: volver a ser niño para admirar cosas que hasta ahora pasabas de largo y nunca, nunca, tener prisa.


  • Puedes pararte en la calle porque tu hijo ha descubierto las mariquitas, entre el ramaje salvaje del jardín de la escuela infantil, justo después de una gran lluvia y hay que tratar a la mariquita con cuidado, descubrir sus alas y cómo se comporta si cae boca abajo.

  • Puedes pararte en la calle para cortar una flor y llevársela a tu doctora, que sonriente, la pone en la pantalla de su ordenador.

  • Puedes dedicarle toda la vida si hiciera falta a ver cada coche que pasa a tu lado, sabiendo la marca y el color de cada uno.

  • Puedes estirar tu cuello hacia el cielo y mirar el rastro que deja un avión militar,allá en lo más alto y no bajar el cuello hasta que ese rastro se hace imperceptible.

  • Puedes sentarte en el Retiro para ver títeres, sólo por ver a tu hijo feliz, aunque la marionetista fuera infumable.

  • Puedes decir "ahora voy", cuando te llaman para salir de casa, pero el tiempo no pasa por ti o se hace más lento y más provechoso que las palabras de un adulto, repetidas sin parar: "venga, vamos, rápido, ya, que es tarde".

La vida con un hijo chico me ha hecho más paciente, más serena, aunque la vida corra a velocidad de vértigo, él tiene un ritmo al que yo me voy adaptando (a pesar de mis ansiedades interiores, mis tareas pendientes, las prisas de los demás).

Hoy hemos disfrutado paseando hasta la escuela. Se ha levantado contento, sin prisas ni sueños recortados. El sol nos calentaba y ha dado tiempo a muchas cosas, incluso a visitarme en la oficina y llenarse la mano de sellos y pintar en mis folios de doble uso.Después de un largo día, al acostarse sin que la luna catalina hubiera salido ,me decía antes de cerrar los ojos: "me lo he pasado muy bien hoy, mamá".

Sobran el resto de las palabras del mundo.




7 comentarios:

Vita dijo...

Ohhhhhhhhh que bonito Jaco que de recuerdos de cuando los míos eran pequeños ya no hacemos esas cosas juntos,, pero si intento que el tiempo que nos dedicamos sea de calidad,, recuerdo a Pirulo en el Retiro no se si todavía sigue pero que mañanas de domingos cuando íbamos para Madrid, o dar de comer a los patos y los peces,, el Retiro es mi sitio favorito de Madrid siempre descubrimos algo nuevo una estatua un pequeño puente,, pero ya no es lo mismo,, disfruta mientras de dure,,

Margalida dijo...

Que bonito lo cuentas Jaco, pero es asi, valoras mas otras cosas desde que eres madre, yo por ejemplo perdi el sentido del riduculo, y la mayoria de las veces me pongo a su altura y soy mas niña que ellas.
Estais fantasticos en la foto.

lakua dijo...

ay jaco que bonito lo que cuentas, que bonito tiene que ser vivirlo, me has hecho emocionarme y todo ;)

jacobita dijo...

Gracias, Lakua.
Pues es así, como dicen las compis. Y como tengas alguna vergüenza o complejo, se te olvidan si estás con él, incluso harías el payaso en medio del Retiro si te lo pidiera y le hiciera reir.
Los adultos somos demasiado estrictos y duros.

PilarA dijo...

Que bonito jaco. Así te puedes acostar sabiendo que has disgrutado del día y de los tuyos.
Felicidades.

gelos dijo...

hija mia, lo que vales¡¡¡ tendrías que ser escritora por lo bien que cuentas las cosas y lo que transmites describiendo...

jacobita dijo...

Gracias por vuestros comentarios. No soy buena escritora, pero si narradora y tengo varios cuentos de niños y un ensayo sobre varias generaciones al que quiero darle empuje este verano. Me falta mucho por aprender, pero me gusta contar cosas.