viernes, 2 de enero de 2009



Hace unos días, casi todos estábamos mirando el reloj insistentemente, con un cacito de uvas a nuestro lado, con una copa de cava para celebrar que estamos juntos y que recibimos un nuevo año.

Keba miraba su reloj, pero con más tristeza, pues aunque "Juanillo 2º" ya está aquí, sus dos hijos mayores siguen en Senegal sin poder venir a España y lo que es más triste aún, sin poder recibir nada de la familia, por la difícil situación económica por la que pasan.

Unas horas después Beni se mantenía despierta para llamar a su madre, en República Dominicana y al menos, alegrarle la noche con los gritos y alborotos de sus hijos y marido, deseándole todo lo mejor a la "misia". Celebraban tb. que Moreno y Ariel, sus hijos mayores, han llegado el 30 de diciembre para unirse al resto de la familia.

Casi al mismo tiempo, Alcira llamaba a sus hijas a Bolivia. Ella que vino con sus hijas hace 25 años para darlas un futuro mejor, sufre cuando dos de sus tres hijas vuelven a Bolivia con su familia, porque el futuro aquí en España no es nada prometedor para ellas.

Son familias divididas, unidas por el reloj y el teléfono.

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