La excusa era el tratamiento en el balneario, pero en el fondo este viaje nos daba un descanso a nuestra vida cotidiana.
Exposiciones, proyectos, jornadas, encuentros para nosotros los adultos. Comienzo de curso, nuevas actividades, nuevo ciclo, nuevos aprendizajes para Ángel.
Y como no habíamos agotado nuestro período vacacional, decidimos irnos, haciendo lo habitual, pero en Galicia (balneario, turismo, gastronomía) más los deberes del peque, su cuaderno de viaje, seguir con la vista puesta en Alcalá y todos los eventos, por mi parte.
Ha corrido la brisa, nos ha dado el sol, hemos olido a mar, hemos cuidado nuestro cuerpo en el balneario y nos han quedado grabadas imágenes preciosas en nuestra retina.
Y ahora ya puede venir este otoño fresquito, que nosotros venimos con las pilas cargadas
2 comentarios:
¡qué envidia! besitos
Reconcozco los lugares de las fotos. ¡qué envidia!.
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